Libro: Seda de Alessandro Baricco y Rébecca Dautremer

La reseña que traigo hoy es un poco especial porque se trata de un libro ilustrado, pero para adultos (algo que empieza a ponerse de moda y me hace muy feliz, aunque probablemente vaya a arruinarme :__D).

La editorial Edelvives ha lanzado una nueva colección llamada Contempla, en la que pretende publicar obras ilustradas que no sean para niños (aunque muchos de los que compramos las anteriores obras de Rébecca Dautremer o Benjamin Lacombe no fuéramos precisamente niños...). Por ahora sólo han publicado dos obras: Amantes de Ana Juan y Seda de Alessandro Baricco, ilustrado por Rébecca Dautremer.

Como ya sabréis, soy una gran seguidora de Rébecca y en cuanto me enteré de que había ilustrado un libro que en su momento me había gustado tanto (lo leí con 12 años y aunque quizás fue un poco pronto, es un libro del que guardo un buen recuerdo) no dudé en encargarle a los Reyes que nos lo trajeran a casa para la colección.

Seda, como bien la describe su autor, no es una novela, sino una historia. Una de esas historias que te cuentan cuando eres niño, llena de magia, con sabor de fábula, pero con toda la fuerza de un relato para adultos, llena de sutilezas, de detalles que sólo comprendes cuando te has hecho mayor. Quizás por eso las ilustraciones le quedan perfectas a la historia y la elevan a la máxima potencia, convirtiéndolo en un cuento para niños granes.

DE QUÉ VA

Hervé Joncour, que está casado con su maravillosa mujer Hélène, vive en Lavilledieu y su trabajo consiste en ir al norte de África una vez al año a buscar huevos de gusanos de seda, para que las fábricas de su pueblo puedan producir la maravillosa seda por la que son famosos. Pero una terrible epidemia asola Europa y África, haciendo que la cría de esos huevos sea imposible.

Es entonces cuando Baldabiou, el impulsor de las fábricas de seda de Lavilledieu, le habla a Hervé de un sitio llamado Japón, situado en la otra punta del mundo, aislado del resto de continentes y donde la enfermedad de los gusanos no ha llegado. 

Así, nuestro protagonista inicia un viaje al fin del mundo, donde se encontrará una cultura totalmente desconocida y a una mujer que despertará algo dentro de él, algo que ni siquiera sabía que existía.

No os dejéis engañar por el pobre resumen, porque a pesar de que en el fondo se pueda resumir como una historia de amor y desamor, leer Seda va mucho más allá de leer una novela. Se trata de las sensaciones que te transmite, de la forma en que esa historia está escrita (una forma muy sencilla, pero muy hermosa), del punto de aventura épica que desprende. Y, a pesar de que es muy corta y se lee muy rápido, te deja esa sensación en el estómago de gran obra.

LA EDICIÓN

Se trata de un libro de 207 páginas, de tapa dura con sobrecubierta. Su precio es de 28€.

Contraportada

Tiene el curioso detalle de que la sobrecubierta se despliega y contiene bocetos por un lado y un pequeño póster con una de las imágenes del libro en el otro.

Libro (derecha) y sobrecubierta (izquierda)

Las ilustraciones abundan y acompañan al texto a lo largo de todo el libro. Las hay de muy llamativas y trabajadas, como retratos y escenas de la trama. Hay otra más sencillas, como bocetos o mapas, que aunque pueden tener una relación más difusa con el texto, lo acompañan y lo hacen más ameno.

Retrato de Hervé Joncour

Ilustración sin colorear de un elefante rodeado de hilos y un hombre que tira de ellos

Retrato de Hélène

Algo que llama especialmente la atención es la presencia de ilustraciones de escenas de sexo, algo a lo que los seguidores de Rebecca Dautremer no estábamos acostumbrados (por razones obvias). Y realmente se agradece porque, según he vivido yo la experiencia de leer ese libro, la escena en cuestión es muy importante y uno disfruta viéndola ilustrada con unos dibujos tan hermosos.

Como único punto negativo diré que el hecho de ver retratados por otra persona a personajes que anteriormente había imaginado de una manera determinada me ha creado cierta "decepción", especialmente en el caso de Hélène (a la que siempre había imaginado más "luminosa" y en las ilustraciones de Rébecca la he visto como muy oscura, triste y hasa cierto punto rencorosa) y de Madame Blanche, a la que imaginaba mucho más "japonesa" a la manera tradicional. También he echado mucho de menos un retrato de Ella, aunque comprendo que dibujarla hubiese sido casi un sacrilegio, porque ese personaje es algo que cada uno se imagina a su manera y es un personaje muy etéreo.

Una obra que recomiendo a todo el mundo. Y si no habéis leído aún esta preciosa historia de Baricco y no podéis/queréis gastaros el pastón que cuesta esta edición, no dudéis e buscar alguna edición de bolsillo (creo que hay una por 9€), porque no os arrepentiréis.