Cuando escribo de noche

Imagen extraída de Flickr (c) Erich Stüssi

Lo bueno de escribir de noche, cansada después de un duro día de trabajo, con ganas pero sin fuerzas, es que me vuelvo muy crítica.

Puedo dedicarle una hora a un solo párrafo. Lo escribo. Lo leo. Le cambio una palabra. Lo vuelvo a leer. Le cambio otra palabra. Lo releo otra vez.  Y otra. Y otra. Y otra más. Puedo cambiar una palabra cinco veces. Puedo subir una frase al principio, volverla a poner al final, y después volverla a poner al principio. Puedo borrarla y luego recuperarla para tacharla y guardarla por si la puedo reaprovechar más tarde. Releo el texto con cada cambio; una, dos, tres veces. Nada me parece bien en estas circunstancias. Me desespero. Me odio. Lloro de frustración al no encontrar la palabra exacta, la estructura correcta. Con cada cambio parece que todo empeora y pierde más y más el sentido. Eso hace que me hunda en la miseria, pensando que no estoy hecha para esto, que no sé expresarme, que por qué me torturo así, cuando podría estar disfrutando de un libro o jugando al juego que me hace ojitos desde la estantería desde hace meses pero que no empiezo porque me conozco. Debería mandarlo todo a la mierda como ya hice. Sé que sería más feliz así. 

Por eso al final me rindo, cierro el ordenador y decido que dejaré de esforzarme tanto. El próximo día que me dé un venazo de escritora frustrada tiraré el portátil por la ventana y empezaré el juego.

Pero entonces ocurre algo maravilloso: a la mañana siguiente, mientras desayuno o ya en el trabajo, a primera hora, cuando todavía no hay movimiento y me puedo permitir ese lujo, releo el párrafo y pienso “¿esto lo he escrito yo?”. Porque resulta que lo que tengo delante no es la mierda que recordaba y porque expresa exactamente lo que quería expresar. Y aunque al texto le suelen faltar algunos retoques, ahora lo veo con tanta claridad y precisión que sé exactamente qué es lo que debo cambiar para que quede perfecto. Y cuando lo hago, cuando arreglo lo que queda por arreglar, cuando todo parece estar en su sitio quedo tan satisfecha que todo ese odio y esa necesidad de rendirme que me azotó la noche anterior desaparece de un plumazo.


Y así vuelvo a empezar el círculo.

Comentarios

  1. Eso me pasa a mí algunas veces. Por eso intento seguir el consejo de: no edites, escribe y ya editarás después. Porque acabas en un círculo vicioso y te es muy difícil avanzar y te desesperas más. Es difícil no intentar que quede todo perfecto antes de seguir avanzando, pero suele ser más fructífero.
    Ánimo y no decaigas ^^ ¡Besos!

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    1. Lo sé, pero... no puedo escribir sin editar. Lo he intentado. Pero es algo que no va con mi forma de escribir. Por eso no he podido acabar el NaNo las dos veces que he participado y por eso dejé de participar también.
      Pero bueno, conociendo estos círculos de frustración últimamente también me es más fácil saber en qué punto debo apagar el ordenador antes de que me dé por cortarme las venas X'D Y como por la mañana lo veo todo mejor y me vuelve a subir el ánimo puedo sobrellevarlo bastante bien.
      Gracias por los ánimos ;)

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  2. A mí también me ha ocurrido en alguna ocasión, pero intento hacer lo mismo que dice Daylan: escribir sin editar. Las correcciones ya vendrán después. Corregir (y con eso sabemos que no solo nos referimos a ortografía) es el proceso más agotador para un escritor. A la hora de crear tan solo disfruta, el resto es problema de la Irilaya del futuro ;)

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    1. Pero es que yo soy de las pocas escritoras del mundo (sí, está comprobado) que prefieren editar que crear XD Lo juro. ¡Soy tan feliz editando...! Me es mucho más fácil desarrollar algo cuando ya tengo la base que crear algo de la nada. No es que la hoja en blanco me dé miedo ni nada, pero... condensar las ideas que tengo en la cabeza (las sensaciones, más bien) en palabras me resulta muy agobiante, como si no alcanzara nunca a vaciar esas ideas del todo.
      Lo que pasa es que editar cuando estoy cansada me cansa aún más porque no estoy fresca y me bloqueo. Pero de todos modos el esfuerzo vale la pena a posteriori ;)

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