Manga: Jackass! de Scarlet Beriko
No entraba dentro de mis planes
reseñar este manga, por la sencilla razón de que la primera vez que lo leí (en
inglés) no me gustó. Pero resulta que Tomodomo
Ediciones lo editó hace nada en español y lo compré porque me apetecía
apoyar a su autora, Scarlet Beriko,
una mangaka cuya obra he leído en scanlations
(Yondaime Ooyamato Tatsuyuki es mi
favorito de todos sus mangas). Así que como el tomo corría por casa y
últimamente me van las lecturas ligeras, decidí darle otra oportunidad.
¿Resultado? La historia me gustó
mucho más que la primera vez y disfruté mucho de la lectura, pero sigue
teniendo cosas que no me gustan y de las que quiero hablar.
Para los que no la conozcáis, Scarlet
Beriko dibuja y escribe mangas yaoi o BL (romance y sexo entre hombres). Tiene
un estilo de dibujo con mucha personalidad que se centra en los personajes y en
el que destacan los bishonen (chicos
guapos), pero en el que también podemos encontrarnos personajes que se salen de
esa línea y que tienen una apariencia muy marcada y distintiva. Tiene una forma
mágica de dibujar los ojos y las pestañas y enseguida sabes si una obra es suya
porque lleva su sello personal.
Los mangas de Beriko tienen mucho
sexo y muy explícito. No es de esas autoras que corren la cortinilla cuando ocurre
algo entre los protagonistas, sino que te lo muestran con todo lujo de
detalles. Además, algunas de sus escenas son muy fuertes o incluso
desagradables. Sus historias suelen girar en torno a personajes torturados y
relaciones complicadas.
En el caso de Jackass!, Beriko se aleja de su
trilogía insignia protagonizada un grupo de personajes del mismo mundo
narrativo lleno de yakuzas y macarras y fauna de lo más variopinta (compuesta
por Minori no Te, Yondaime Ooyamato Tatsuyuki y Jealousy) y se acerca más a la comedia romántica con
tintes dramáticos, como ya hizo con Joou
to Shitateya (un manga muy cuqui sobre un sastre que se enamora de uno de
sus clientes).
Se trata de un tomo
autoconclusivo de unas 250 páginas (sí, es larguito) que nos cuenta la historia
de amor y fetiches de dos estudiantes de bachillerato, así como la de algunos
de sus compañeros de clase.
La historia empieza cuando Keisuke (Kei) Harada, se pone las
medias de su hermana debajo del chándal del colegio sin querer. Cuando se da
cuenta, le pide ayuda a su mejor amigo Masayuki
(Masa) Shinoda, para que lo acompañe hasta la enfermería con la excusa de
que se encuentra mal y así poder quitarse las medias sin que nadie se entere.
Pero lo que ocurre es que Masa
tiene un fetiche con el nylon y el negro, por lo que cuando ve a Kei sin
pantalones y con las medias puestas, se pone a mil (porque además resulta que Kei
tiene las piernas más bonitas que ha visto nunca). Masa es un pijo y un
playboy, y no está acostumbrado a que le digan que no, así que obliga a Kei a dejarse
tocar a cambio de un bisctec. Y a pesar de que ninguno de los dos entiende muy
bien lo que está ocurriendo porque ambos se creían heteros, acaban
protagonizando una escena surrealista y subida de tono en la enfermería del
colegio. Que será la primera de muchas.
Esta premisa disparatada sirve
para desarrollar la relación entre Masa y Key, algo que empieza como un
calentón con tintes de comedia, pero que termina implicando sentimientos que
ninguno de los dos está preparado para aceptar y que lo acercan más al drama.
Para completar la historia, el
manga entremezcla con la de la pareja protagonista la trama del otro mejor
amigo de Kei, Katsumi, un chico gay
que mantiene una relación con el médico del colegio, que es mucho mayor, y que
tiene problemas con un compañero de clase que siempre se mete con él por su
homosexualidad.
Lo que más me gusta de Jackass! es el desarrollo de personajes,
algo que he podido apreciar mucho mejor gracias a la traducción al español de
Ana María Caro (que me ha parecido muy acertada). Beriko tiene una manera muy
especial de usar los clichés del BL y volverlos del revés, pero sin apartarlos
del todo de sus tramas. Así, sus protagonistas suelen acercarse a las figuras
de seme y uke que se encuentran en los mangas de este tipo, pero lo hacen
siempre con sus particularidades y toque personal. Además, la autora intenta no
caer en patrones manidos y nunca deja a los personajes encasillados.
Tanto protagonistas como
secundarios tienen una personalidad propia y una sólida historia detrás, que
consigue en pocas páginas volverlos totalmente tridimensionales (recordemos que
se trata de un tomo único y que aunque la cosa no da para mucho, la historia
queda perfectamente hilada en las páginas que ocupa).
Entonces, si el manga tiene
tantas cosas buenas, ¿qué es lo que me disgusta de él? Os lo cuento a
continuación. A partir de aquí podéis encontrar spoilers de la trama, así
que si queréis seguir leyendo, hacedlo bajo vuestra responsabilidad.
El problema que tengo con la
historia es que ésta no deja claro que lo que hace Masa en el primer capítulo esté mal.
En esa primera escena tenemos que
Masa se echa encima de Kei como si fuera un animal, mientras le dice cosas como:
“Sé que eres buen chico, así que estate calladito, ¿vale? Si te portas bien, no
será nada”, mientras le toca las piernas sin que el otro consienta. Es una
escena de abuso que a mí personalmente me resulta bastante desagradable por lo
gráfica que es.
El abuso es un tema recurrente en
los mangas de Beriko. En Yondaime
Ooyamato Tatsuyuki, por ejemplo, uno
de los protagonistas se acuesta con otro aprovechando que está medio
inconsciente debido al alcohol. La diferencia es que en ese manga sí tenemos
una clara denuncia del hecho en sí, porque más adelante en la historia, el personaje
sobrio le dice al otro que no entiende cómo puede seguir a su lado después de haberlo
violado cuando estaba borracho. Y lo dice con esas palabras.
En Jackass eso no ocurre. A lo
largo del manga, el conflicto principal de Kei no es el de que su amigo lo haya
obligado a dejarse tocar, sino a que lo esté usando como hace con las chicas
con las que se enrolla, a las que conquista a base de regalos y después deja
tiradas como si fueran un trapo. Tampoco Masa se arrepiente de ello, porque Kei
lo disfrutó. En ningún momento existe denuncia de lo que pasó en su primer
encuentro, por lo que el tema acababa quedando en el aire y
dejando una sensación rara al lector: la de que aunque Masa hizo una cosa que
no estaba bien, pero ya que a Kei terminó por gustarle, tampoco es para tanto. Y
eso es algo que no me gusta nada y menos teniendo en cuenta de que hablamos de
un manga de instituto.
Por otro lado, la autora intenta
vendernos la idea de que en la adolescencia los hombres son unos salidos que
sólo saben pensar con la polla y que por eso a veces hacen cosas de las que se
arrepienten. Lo hace mediante la trama de Katsumi con el médico, pero de algún
modo lo extrapola también a lo que ocurre entre Key y Masa. Y aunque la idea no
me parece mala del todo, la ejecución se queda por el camino. Al fin y al cabo,
la relación de las dos parejas no es la misma y aunque Katsumi insistió mucho
para que el médico acabara saliendo con él, no hubo un abuso de por medio como
ocurre con los otros dos.
De algún modo creo que lo que ocurre la autora
no concede importancia al hecho de que esa primera escena pueda ser tan
invasiva porque asume que en el fondo Kei está de acuerdo en que Masa lo toque. ¿El problema que le encuentro? Que
eso no es lo que nos muestra. Y que si esa era su idea, debería haber desarrollado
la escena para que quedara más claro.
Nice post.
ResponderEliminarดูหนัง
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